- Poética de Valéry
- En el año de 1937 en la Lección inaugural del curso de Poética en el College de France, Paul Valéry dicta la primera lección del curso de Poética. Su problema a resolver: revalorar la poética no como una alicante de reglas formales fijas en la cual se determinaba cómo se debía hacer arte. Sino en pensarlo como un hacer “El hacer, el poiein del que me quiero ocupar, es aquel que se acaba en alguna obra y que llegaré pronto a limitar a ese género de obras que se ha dado en llamar obras del espíritu” (Válery, 108). Este hacer que está en el uso de su espíritu, y que emplea todos lo medios físicos para llegar al mismo acto que hace y es hecha, sin limitarse en las propias reglas, será el objeto de estudio en la creación. Si se ha de considerar como un hacer, Válery propone un estudio a partir de la Historia de la Literatura, para encontrar los rasgos fundamentales de ese hacer en la cual aquellas obras y autores, pudieran inscribirse en el canon literario. El primer rasgo se refiere a la producción misma de la obra en su universo económico y la relación entre autor, la obra y el lector. El segundo rasgo se refiere a la producción de un determinado valor de la obra, donde es avalada por los especialistas, cuyo criterio garantiza su transmisión a las futuras generaciones. La valoración de la obra, es a la vez determinada por valores de producción como también por ambientes políticos y sociales. Tales factores, hacen que la obra se imposible aislarla(112). Esto hace pensar a Válery que sentido de la obra de un creador se encuentra “con frecuencia” fuera de la creación misma, generando una preocupación sobre el efecto que se producirá y sus eventuales consecuencias para su producción. “Así durante su trabajo, el espíritu se dirige y vuelve a dirigir incesantemente de él Mismo al Otro, y modifica lo que produce su ser más interior, mediante esa sensación particular del juicio de terceros”(112). Es de esta forma, “nuestras” reflexiones sobre una obra, es de manera excluyente con respecto al modo en que se toma los juicios valorativa. Por eso Válery se muestra escéptico en los estudios que se hace a la obra aislándola de todo referente. Tanto la observación del espíritu que produce la obra, y la observación del espíritu que produce un valor de esta obra, son dos miradas aisladas que no se pueden colocar en una sola. “ La obra es para uno el término; para el otro el origen de desarrollos que puedan ser tan ajenos como se quiera, uno al otro” (113). No obstante, de tal acotación, Valéry señala que los juicios producidos entre el productor, la obra y el autor son ilusiones, y que sólo produce reflexionen inválidas. Sólo se puede considerar la relación de la obra con el autor, o la relación de la obra cuyo efecto con el lector es una valoración. Sin embargo, estos dos juicios se deben considerar independientes. Por una parte el autor, quien ha hecho un esfuerzo de estudio y de reflexión del material material y la forma para llegar a la obra acabada. El resultado producido, el efecto esperado, será como un golpear, deslumbrar, o desconcertar a la mente del Otro, quien estará bajo la excitación de este trabajo intelectual. Válery define este efecto como una acción de desmesura: “ Lo que nos produce la obra es inconmensurable con nuestras propias facultades de producción instantánea” (114). Esta desmesura, es también una forma de producción de espíritu, y no necesariamente un desfase de una casualidad. Se agrega, que el lector, llegará al nivel de autor o productor, porque al añadir esas producciones del espíritu, estará pasando a ser productor del valor del ser imaginario. Así tanto la reflexión de una obra, como la producción de la obra, serán consideradas por Valéry como obras del espíritu.
Enciclopedia Universal. 2012.